Artículo: Nuestra parte en la Sostenibilidad 🌎 ♻️
Nuestra parte en la Sostenibilidad 🌎 ♻️
¿Cuánto de lo que adquieres para tu armario es completamente nuevo? ¿Alguna vez te has cuestionado el origen de esa camisa que compraste? A menudo pasamos por alto estas preguntas, pero no deberíamos. Lamentablemente, la respuesta a esta interrogante suele ser desalentadora. Si pudieras visualizar la cantidad de desechos y contaminación, así como la explotación laboral que están detrás de tus compras, es probable que tomarías una pausa antes de realizar tu pago. En un mundo con recursos cada vez más limitados, la sostenibilidad es una preocupación que no podemos ignorar.
La sostenibilidad es un tema complejo en cualquier industria. Es especialmente complicado cuando hablamos de moda sostenible. La verdad es que, a pesar de años de discusión, investigación y propuestas para combatir el impacto ambiental de la industria de la moda, aún estamos lejos de alcanzar la meta final: avanzar sin comprometer los recursos de futuras generaciones.
Numerosos estudios han buscado medir el impacto que genera la industria de la indumentaria, pero la complejidad relacionada con todos los actores en los procesos de producción supera las capacidades de las grandes marcas para reportar con claridad y transparencia los indicadores necesarios para calcular el impacto ambiental.
Lo que sí sabemos es que desde la producción de la materia prima, hasta el momento en el que las prendas son desechadas en los basureros, las marcas de ropa participan en un ciclo que ha demostrado ser altamente contaminante para el ambiente. Las estimaciones del impacto de carbono de la industria oscilan entre el 4% (McKinsey y la Agenda Global de la Moda) y el 10% (ONU) de las emisiones globales totales de carbono, la causa principal del calentamiento global.
Aun después de muchos pactos globales y alta manifestación de activistas ambientales, las empresas continúan sin respuestas contundentes al problema climático que genera la sobreproducción de prendas. En una era en donde la variedad se ha convertido en la normalidad, gracias al acceso ilimitado que provee la tecnología a todas nuestras necesidades, es muy difícil poder generar cambios en el comportamiento del consumidor final y es por eso que empresas como Zara, H&M y SHEIN, han logrado el éxito comercial a nivel mundial. Variedad de productos, más interés de comprar. Más compras emocionales, más desperdicios.
La novedad se ha convertido en el elemento más importante para las marcas simplemente porque el mercado premia lo nuevo y la variedad, en lugar de aspirar en sus compras por características de durabilidad, calidad y sostenibilidad. No puedo decir que nunca he comprado en tiendas que promueven la sobreproducción, porque sería un mentiroso. Lo cierto es que, a pesar de haber crecido alrededor de la ropa usada, siempre han habido piezas nuevas en mi armario.
La diferencia está en conocer el impacto ambiental que genera mi comportamiento como consumidor, meditar en lo que voy a comprar y en por qué voy a comprarlo. En RESURGE no pretendemos solucionar la crisis ambiental en la que se encuentra el mundo con algunas prendas de segunda mano que vendamos en la aplicación. Pero sí sabemos que con cada venta de un artículo pre-loved, la vida útil del mismo se alarga y la necesidad de ser reemplazado por una prenda nueva se retrasa, disminuyendo así la demanda de un ciclo contaminante que destruye el planeta.
Es ahí donde como empresa buscamos causar el mayor impacto, en hacer conciencia a nuestra audiencia de las consecuencias de cada compra que hacemos. Educarnos puede llegar a hacernos pensar dos veces en la forma en que consumimos los productos. Mi armario continúa siendo un 70 por ciento de segunda mano y el resto son productos nuevos que he decidido comprar tomando en cuenta la durabilidad y flexibilidad para combinar en mi estilo personal. Aunque tal vez esto no sea suficiente, sin lugar a dudas es mucho mejor que llenar mi armario de productos que no pienso volver a usar después de la primera vez.
Continuamos respaldando iniciativas que impulsan la agenda de sostenibilidad. Todo comienza al fomentar hábitos de compra más conscientes por parte de los consumidores, que a su vez motivan a las grandes empresas a reformar sus modelos de negocio. Comprar de manera más inteligente y reflexiva es la mejor alternativa. Si tenemos conciencia de lo que vestimos, deberíamos tener la misma conciencia de cómo nuestras elecciones afectan la tierra que nos sustenta. De esta manera, podremos administrar con sensatez y prudencia los recursos que todavía tenemos disponibles, preservando un futuro sostenible para las generaciones futuras.
Escrito por Frank Solorzano